La foto que me mostró a Venezuela en una hoja

Por Daniel Noguera

Una caminata cualquiera, como muchas. El sol filtrándose entre las ramas, el sonido del agua en el río Choroní, y yo caminando sin buscar nada… hasta que lo encontré.

Era una hoja de plátano. Nada especial, a simple vista. Pero la luz le caía justo encima. Saqué la cámara casi por reflejo, y disparé. No pensé mucho. Pero al revisar la imagen en la pantalla, me detuve. Me quedé mirándola, como quien mira un mapa sin saber por qué.

Ahí estaba. Venezuela. No era exacta, no era perfecta. Pero era ella. Trazada sin tinta, dibujada por la naturaleza misma. Una forma orgánica, nacida de la tierra.
No la imaginé. La vi. Claramente.

Ese instante no fue solo una foto: fue una revelación. Fue cuando sentí que tenía un símbolo. No uno diseñado en un computador, sino uno que me encontró a mí. Y así nació mi logo.

Desde entonces, cada vez que veo esa imagen, me recuerda por qué hago esto. Fotografiar no es capturar. Es encontrar. Es dejarse mirar por lo que uno mira.